Enseñar la verdad: La imposibilidad de la enseñanza sin amor a la verdad en la q.1, a. 9 del De Veritate

Resumen

La cuestión disputada sobre la verdad en Santo Tomás de Aquino, conocida como De Veritate, desarrolla un tema fundamental al tomar la verdad en sí como un dato esencial y no sólo en un mí como un dato accidental.  La verdad se da en cuanto se comparte y comunica,  y esta comunicación no solamente puede establecerse desde la razón y hacia los sentidos sino en cuanto que relación.

Esta perspectiva se despliega en el a. 9 de la q. 1 del De Veritate (y se vuelve a retomar,  ya en un sentido de compendio,  en la S.Th. Ia, q. 16)  al establecerse que  “el entendimiento conoce la verdad, en cuanto retorna sobre sí mismo”.  Esta perspectiva obliga a dar un paso más allá y reconocer que la verdad, esencialmente, no puede ser “enseñada”  como una exhibición ajena,  sino que debe ser compartida y vivenciada,  estableciendo una relación auténtica (desde el ser) con el ser.

El planteamiento de Santo Tomás problematiza la forma de desarrollar la enseñanza en cualquier nivel:  la verdad no se puede enseñar en sí como un dato sino que se debe enseñar el deseo de la verdad, o, dicho de forma más acotada, sólo transmitiendo el deseo por la verdad es que ayudaremos a otros al conocimiento de la verdad, esto porque “verum est quoddam bonum” (S.Th. Iª q. 16 a. 4 ad 1).